miércoles, 8 de marzo de 2017

A mi abuela con amor




Mi querida abuela: 
Aunque por las noches, cuando te asomas por esa rendija que nuestro amigo te deja al descubierto, nos contemplamos y charlamos, en este día dedicado a la mujer, me pide el corazón escribirte esta carta. 
Nuestra relación fue tan preciosa y tierna, que con frecuencia siento nostalgia de ti. Con la distancia y los años, tu nieta va comprendiendo lo que entonces no entendía, aquella actitud tuya sumisa y dolorida, siempre con el mismo vestido negro:
-”eran las circunstancias me decías”- 
¡Cuánto significaste en mi vida!. Me dedicaste todo tu tiempo y tu afecto, para mi eras abuela un genio de sencillez y carácter, al mismo tiempo exquisita en gustos y conformista en las escaseces, con lo poco que tenías combinabas en la cocina las mejores recetas y olores, mujer con gran sentido común, el disimulo y la mentira no iban con tu carácter, como bien me repetías.
-“yo soy la realidad.” -
Fue tan especial y armonioso nuestro trato. Me conocías mejor que nadie. Contigo aprendí a hablar con el mar y las estrellas y el respeto por todos los seres humanos. 
¿Te acuerdas abuela, en la edad de tener opinión tu nieta que tormentas se desataban? Tú siempre me escuchabas y los cuentos que discurrías y las risas sin fin antes de dormir, y los frenesís de derroche que me entraban de pedir y pedir... El no, me lo argumentabas con razones. Cuantas vivencias inolvidables abuela. 
Es verdad que dinero no me dejaste, sin embargo con tu amplia visión de la vida si me enriqueciste, pues mi vida va guiada en parte por tu ejemplo y sensatos consejos, que las conmovedoras palabras que un día lejano ya, me dijiste, no se esfumaron en el olvido, viven en mi memoria. Todavía conservo aquel libro sin pastas forrado con papel de estraza y que de vez en cuando lo ojeo por que me huele a ti. 
Y no exagero abuela cuando te digo que mis circunstancias actuales son impensables para tu época ¡imagínate!, tengo más edad que tú cuando te fuiste y el día de hoy mis prendas de vestir son de colores atrevidos, uso prendas varoniles y en la playa , no te incomodes, me baño con aquellas dos piezas que tú tan recatada siempre me decías:
-“de la habitación hay que salir ya vestida”-
Alégrate abuela, tu nieta se programó su jubilación, tiene una vejez gratificante y activa. ¿Que te parece? ¡cambiaron las cosas verdad!. 
Querida abuela, aunque tarde quiero expresarte el reconocimiento por las muchas cosas que en vida me diste y el deseo que permanezcas a mi lado, te necesito. 
Pues con este fuerte abrazo como aquellos que nos dábamos se despide tu nieta Otilia.
                      Otilia Fernández 


           Luanco 8 marzo 2017




5 comentarios:

  1. Preciosa carta la que has dedicado a tu abuela. Las abuelas acumulan tanta sabiduría que es un lujo poder disfrutar de su compañía. Hagamos que sigan teniendo un papel importante en nuestras vidas.Muchas gracias Otilia.
    Un abrazo.
    Cristina.

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  2. Gracias por compartir vida, sentimientos y comunicación entrañable.
    ¡Viva las madres que nos parieron!

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  3. Precioso Oti. Lo has compartido con nosotras en el día mas adecuado. Gracias

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  4. Angeles Alonso 10 de marzo de 2017
    Preciosa carta, nos hace revivir momentos especiales que pasamos con nuestras abuelas,
    aunque hayan pasado muchos años nunca olvidaremos,Gracias

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  5. Que suerte todos los que pudieron disfrutar de sus abuelas, otros no hemos tenido esa posibilidad y estoy convencida que me he perdido algo muy especial.
    Que orgullosa tiene que estar tu abuela de ti, Oti
    Mar

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