viernes, 10 de noviembre de 2017

Premios Nobel




Premios Novel


Las cifras de la desigualdad son demoledoras. 
Desde que se fundaron los Premios Nobel en 1901, sólo 48 mujeres recibieron un galardón (Madame Currie lo recibió dos veces), frente a 847 hombres, lo que supone que el 95% de los premiados en los 116 años de historia de esta institución son hombres. 
Si nos fijamos en el área del conocimiento científico, las cifras son aún más llamativas, puesto que el porcentaje de mujeres que han sido galardonadas descienden al 3%. 
"El ránking de mujeres premiadas en los Nobel es penoso porque redunda en esa idea que tiene la sociedad de que las mujeres no tenemos nada que ver con las ciencias"
La consecuencia es que "no se anima a las niñas y mujeres a que estudien carreras científicas", afirma Marta Macho de Mujeres Conciencia. 
Lo cierto es que, aunque en menor número que los hombres, hay muchas investigadoras realizando trabajos de impacto y que la decisión de la academia no es por falta de candidatas. 
Hay cada vez más voces que reclaman mayor transparencia, tanto en el proceso de nominación como en el de elección de los ganadores, porque, a pesar del prestigio de la Fundación, resulta casi imposible saber cada año quiénes son nominados y en base a qué se decide uno u otro candidato.



En los tiempos de Severo Ochoa el progreso se narró casi sin nombrar científicas, que fueron víctimas del efecto Matilda. Este fenómeno, descrito por Margarita Rossiter, "consiste en la falta de reconocimiento del trabajo científico de las mujeres, y el desvío de los créditos hacia sus colegas varones". 
Durante los primeros 85 años del Nobel de Medicina, el efecto Matilda marcó la selección de los laureados: de los 144 premiados solo cuatro fueron mujeres.

Cercano a Severo Ochoa es el caso de Rosalind Franklin, la científica cuyos descubrimientos fueron clave para resolver la estructura del ADN.

Rosalind murió de cáncer de mama antes de que sus descubrimientos fuesen reconocidos con el Nobel, así que no acudió a Suecia con Watson y Crick, y fue sustituida por su jefe, Wilkins, al que nunca había respetado como experto en el tema. 
Durante la ceremonia, ninguno de los tres varones se dignó nombrarla.




 

1 comentario:

  1. Es una pena que sean tan desconocidas. También ahora las hay,las daremos a conocer.

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