sábado, 6 de julio de 2013

El futuro de la lectura

-El futuro de la lectura ya no será lineal, sino radiall
-Los libros electrónicos permiten saltar a imágenes, música o diccionarios
-Las ediciones en papel serán un lujo y un placer. Con todo, los expertos animan a no perder la capacidad de leer con atención


Así empieza un artículo del País de Virginia Collera de la sección Cultura publicado el 15 de septiembre de 2012.
Como ella dice leemos todos los días y a todas horas, en el móvil, en la caja de cereales, en la factura de la electricidad, en el muro de Facebook, en nuestro e-mail. Somos más lectores que nunca pero desde hace tiempo utilizamos esa vieja palabra, leer, para nombrar un acto que está en transición. Que no es lo que era. La lectura está cambiando y, con ella, nosotros, los lectores. 
 
 



“Buscar en Google, utilizar un traductor para entender algo en inglés o francés, consultar un dato que desconocemos en la Wikipedia, todo es leer”, insiste Cassany. Leer es una actividad cada vez más tecnológica. La lectura de redes sociales es totalmente nueva, antes era oral. La gente socializaba cara a cara, por teléfono, por carta, en cambio ahora se pasa horas conectada a Facebook o Twitter.. La lectura  científica ha cambiado. Cuando algo nos interesa, lo primero que hacemos es buscar el nombre del autor e ir a su blog, a YouTube, a Slideshare; los libros son complementarios. En cambio, leer literatura cambiará poco porque los autores principales van a seguir escribiendo libros y, en vez de leerlos en papel, los leeremos en un iPad, buscaremos una palabra en el diccionario o un topónimo en Wikipedia, subrayaremos o veremos qué personas han subrayado un determinado fragmento. Hay un enriquecimiento, pero se sigue leyendo la misma obra.



Para imaginar lo que será una biblioteca del futuro basta con seguir los pasos de la Biblioteca Pública de Nueva York que tiene  dos millones de volúmenes, que ocupan ocho plantas, éstos serán trasladados a dos almacenes externos para así poder crear un nuevo espacio público ideado por el arquitecto Norman Foster. Donde antes había estanterías, habrá hileras de ordenadores, cafeterías y zona wifi.



El bibliotecario tendrá una personalidad distinta.Será un mediador. Hasta hace poco los bibliotecarios han estado muy preocupados por el catálogo: conseguir fondos para la biblioteca, archivarlos, etiquetarlos con los sistemas universales idóneos. Y ahora, como Internet hace accesible toda la información, este trabajo ha perdido interés y su día a día está volcado en la atención al usuario, la formación, lo que se llama alfabetización informacional, es decir, el fomento de esa capacidad de entender en un mundo en el que es más complejo hacerlo porque estamos intoxicados de información.

3 comentarios:

  1. Plenamente de acuerdo. Parece que estamos entrando en el futuro de la lectura

    ResponderEliminar
  2. Me parece muy bien que la tecnología entre en nuestra vida diaria pero la sensación que da tener un libro en nuestras manos es diferente, con todos mis respectos a quienes les gusta la tecnología.

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante este post, Cristina. Desmonta ese mito que existe respecto a que leer es solamente ponerse delante de un libro, bien en papel o electrónico, y amplía el concepto de lectura a todo lo que suponga interpretar algo que se ha escrito, en el medio que sea. Me gusta mucho esa interpretación. Y entonces, claro, lo que tenemos que hacer es fomentar la curiosidad, no descartar el uso de ninguna nueva tecnología, preguntar mucho, poner en cuestión, valorar, comparar, etc.
    Saludos,

    ResponderEliminar