miércoles, 7 de marzo de 2018

Día Internacional de la Mujer

                



La mujer durante la época franquista era un ser considerado menor de edad que pasaba de la tutela del padre a la de su esposo.

En cuanto a los derechos tanto de hombres como de mujeres, el divorcio no existía: había sido derogado por los vencedores de la Guerra Civil en toda España, tampoco había matrimonio civil. Además, esto se hacía con efecto retroactivo. 
Todos los matrimonios civiles de la República y todos los divorcios figuraban, sencillamente, como no existentes. Los hijos habidos en esos matrimonios dejaban de ser legítimos y se convertían, por arte de magia, en naturales o de padres desconocidos.

Una mujer no podía abrir una cuenta corriente o trabajar sin permiso del marido.

Una mujer casada no podía ausentarse del hogar, viajar sola por ejemplo, sin la autorización del marido.

Oficialmente no existían los malos tratos, porque el papel de la mujer era el de servir al marido, obedecer a todas sus órdenes y no rechistar. 
Ése era el mensaje que transmitía el régimen. 
Si un hombre daba un bofetón a su mujer no pasaba nada. Era hasta comprensible. ¡Algo habría hecho!

La dictadura del sistema franquista se transmitía así jerárquicamente de gobernantes a gobernados y del cabeza de familia a su mujer e hijos. 
Era una relación de mando y obediencia.

La mujer era ama de casa, madre y abnegada esposa. 
Su cometido principal era el cuidado de los hijos y la atención del hogar. Y este modelo contaba con el apoyo incondicional de la Iglesia católica quien, a través del púlpito y del confesionario, lo fomentaba e insistía en su idoneidad.

Se aconsejaba a la sufrida esposa que cuando llegara el marido a casa, la mujer no debía agobiarlo con problemas domésticos o de los hijos, sino atenderlo, ponerle las zapatillas, servirle algo de beber, y tras la cena… estar siempre dispuesta para que el jefe de la familia pudiera satisfacer sus deseos más íntimos. La esposa como “reposo del guerrero”.




                

En el Centro de Mayores este año hemos hecho para conmemorar este día un trabajo sobre los nombres de mujeres del callejero de Luanco. 
Clara Campoamor 
 Cándida G. Villar
Maruja Candela 
Maestra Josefina Artime 
Isabel Bosquet 
Obligada 
La Comuña 
Les Malleres 
Travesía de les Marañueles
Se presentó el lunes en el Centro 



No hay comentarios:

Publicar un comentario